viernes, 24 de febrero de 2017

EL ESCUDO, LA BANDERA Y EL HIMNO NACIONALES; SIMBOLOS DE LA MEXICANIDAD.

Todos los mexicanos debemos mantener inalterable respeto y cariño por los símbolos de nuestra nacionalidad. Los símbolos patrios son un preclaro ejemplo de lo más bello y sagrado de nuestra historia; son, en cierta medida, el alma de nuestro pueblo. Una de las tareas más importantes que tienen encomendados los Poderes Públicos, es infundir en la conciencia nacional, el culto a los Símbolos de la Patria y ,a través de ellos, a los Héroes que la forjaron y a los campeones de nuestra nacionalidad. En 1984, el Presidente Miguel de la Madrid, presento una iniciativa para establecer un marco jurídico adecuado y moderno que regulara la relación de los mexicanos con nuestros símbolos patrios; en la exposición de motivos de la mencionada ley, expuso con claridad meridiana, un pensamiento que hoy, 2017, antes los embates del Presidente norteamericano Donald Trump, es de gran actualidad: que pocas veces en nuestra historia ha sido tan necesaria y urgente la solidaridad de todos los mexicanos en torno al futuro de nuestra gran nación. Y una de las formas más sublimes de solidaridad se puede expresar, se debe dar, en una república moderna, es en torno a los símbolos de la Patria. En efecto, es en los símbolos patrios donde todos los mexicanos, de cualquier condición económica, ideología, sexo, edad o religión, nos identificamos y nos hacemos uno. IMPORTANCIA DE LOS SIMBOLOS PATRIOS. La Historia Universal está llena de ejemplos que nos refieren las crisis que han sufrido numerosos pueblos y civilizaciones. De esta manera sabemos de muchas naciones que, incapaces de trascender los períodos críticos que enfrentaban, desaparecieron totalmente del mundo. Otros, nutriéndose de su historia, superaron los obstáculos y surgieron más vigorosos, para enfrentar con mayor energía los problemas, viejos o nuevos, a los que seguro tendrían que enfrentar. Estoy convencido que las épocas de crisis deben ser los momentos estelares de los pueblos con historia, tradición y temple. Los tiempos difíciles deben ser aprovechados para fortalecerse internamente, para vigorizar el espíritu solidario, la vocación libertaria y deseos de cambio. Son el momento oportuno para despojarse de los lastres que impiden la superación de la nación, superar los odios y enconos ideológicos, trascender los egoísmos. Son, sin duda, períodos para fortalecer los principios y valores esenciales de México: libertad, democracia, solidaridad social. Son en suma, mas que un obstáculo, una oportunidad que se presenta cíclicamente a toda la nación. Ciertamente los momentos de crisis provocan también incertidumbre, enojo, desilusión y apatía; estados de ánimo que deben ser combatidos con energía y prontitud para evitar que puedan extenderse como ejemplo canceroso a los demás sectores de la comunidad. Qué mejor manera para los mexicanos, para superar cualquier crisis, que evocar nuestra historia gloriosa, revitalizar nuestro espíritu con las heroicas hazañas de nuestros antepasados y extraer fuerza y bizarría de la exultante belleza de nuestros símbolos patrios, los cuales son la esencia de lo que hemos sido, lo que somos y lo que seremos como nación y como estado: El Escudo, Himno y Bandera Nacionales. Nuestros símbolos patrios son la herencia grandiosa y sagrada que nos han legado nuestros antepasados. A lo largo de nuestra historia, los símbolos nacionales se han nutrido de los sacrificios espartanos de muchas generaciones de mexicanos; con la sangre de nuestros héroes y con la conducta de respeto, trabajo, abnegación y sacrificio del pueblo mexicano, quien en sus aras ha entregado la existencia de sus mejores hijos.
En 1901, don Jaime Nunó, ilustre creador de la música del himno Ilustración 2 Jaime Nunó patrio dijo: “ Si el Himno Nacional Mexicano es inmortal, se debe a que los mexicanos han derramado su sangre a sus acordes en los campos de batalla y hoy, en medio de la paz bendita, es el símbolo de la unificación mexicana”. Bellas frases de un hombre “viejo; con un pie en el sepulcro”; como él se autodefinió, que también pueden abarcar con incontrovertible verdad a los otros dos símbolos patrios: El Escudo y Bandera Nacionales. Los símbolos patrios representan lo mejor de nuestra esencia como personas y como nación. Son el ejemplo vivo de consolidación de un pueblo soberano e independiente. Son la síntesis de nuestras luchas libertarias, de nuestros anhelos históricos, de nuestra aspiración de justicia social. Son, en suma, símbolos de trabajo, concordia, solidaridad y unidad nacionales. Evolución histórico – jurídica de los símbolos patrios El origen y evolución históricos de los símbolos representativos de la Patria ha sido paralelo al surgimiento, desarrollo y consolidación de México como Estado nacional. En efecto, en las transformaciones que han observado nuestros símbolos, principalmente la Bandera y Escudo Nacionales, se han reflejado los resultados de las luchas fratricidas, principalmente las realizadas durante el siglo XIX.
Jesús Reyes HerolesLos cambios de la sociedad fluctuante del siglo XIX, como acertadamente la calificó don Jesús Reyes Heroles: los enfrentamientos entre los proyectos ideológico-políticos de los miembros del Partido Republicano y Monárquico primero y Federal y Centralista después; la lucha a muerte entre el Partido Liberal y el Partido Clerical y el derrumbe de la sociedad porfirista, originado por los embates del movimiento social y revolucionario iniciado en 1910, fueron también plasmándose en el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales. Ciertamente las modificaciones no transformaron a nuestros símbolos patrios radicalmente; pero, sin lugar a dudas, expresaron fielmente la tendencia dominante en ese particular momento de la historia de México. Esta situación es claramente observable en la mutación que sufrió el Escudo Nacional a lo largo del siglo XIX y los primeros años del siglo XX. El Escudo y la Bandera Nacionales La Bandera, como símbolo de victoria y auto afirmación, ha existido casi en todas las civilizaciones. Los pueblos prehispánicos no eran la excepción, utilizaban como pendón de guerra los Quachpantli o Quachpamitl, ( De Molina, Alfonso, 1555, de cuachtli que significaba, sábana larga de algodón, y pamitl, banderola o estandarte ) los cuales consistían en palos de 3 ó 4 varas de largo que en su punta tenían las armas e insignias del Estado, hechas de oro, de pluma o de otra materia noble, la de Tlaxcala era un águila de oro con las alas extendidas e iba a la vanguardia. Conocido es el paisaje en el cual, al iniciarse la Revolución de Independencia,
el Padre Don Miguel Hidalgo y Costilla, conocedor profundo de la mentalidad indígena y del significado que para ellos tenía la virgen de Guadalupe y también de la necesidad de apoyar con un estandarte la recién iniciada lucha anti colonial, se le ocurrió, tomar del Santuario de Atotonilco, Guanajuato una imagen de dicha virgen. Ilustración 4 Don Miguel Hidalgo y Costilla Fue una ocurrencia genial! muy del estilo del carácter del Padre de la Patria, o fue tal vez fue un acto previamente razonado, en cualquier caso, no pudo el Padre Hidalgo haber escogido mejor símbolo. La virgen representaba la ruptura con la sociedad colonial; implicaba el surgimiento de una nueva raza y, también, fue la fórmula con la cual los indígenas burlaron a las autoridades eclesiásticas y al nuevo rito ajeno a sus creencias y les permitió continuar la adoración de sus deidades mediante la superposición del rito católico. Durante las diferentes etapas del movimiento de independencia, no existió un pendón único para los diversos grupos insurgentes, ni tampoco una enseña, también única, que simbolizara la unidad de sus propósitos políticos-sociales y los identificara ante propios y extraños como un movimiento uniforme.
Inicialmente algunos grupos insurgentes utilizaron una bandera tricolor, blanco, azul y encarnado. Se afirma que los dos primeros correspondían a los colores de la Real Casa de los emperadores aztecas y el último en sustitución del morado del Pendón de Castilla. Es probable que así haya sido; sin embargo, Luis Villoro comenta que los colores azul y blanco eran también los de la Virgen María, enfatizando con ello la condición católica de los líderes insurgentes. En cualesquier supuesto, los colores blanco y azul resultaron una simbiosis entre nuestro pasado indígena y la cultura colonial. Por otro lado,
la Bandera que el generalísimo José Ma. Morelos hiciera ondear triunfante en Azúcar y Acapulco, era de seda blanca, al centro de ella aparecía un tramo de un acueducto con tres arcos, semejante al escudo de la Ciudad de México, en cuyos vanos aparecían las siglas VVM (Viva la Virgen María ), sobre él nace un nopal, del cual emerge el águila con corona imperial con las alas desplegadas y, en su parte inferior, la palabra latina UNUM, alrededor la leyenda; Ocultus et unguibus aequé victrix ( con los ojos y con las garras igualmente vencedora ) y, finalmente, una cenefa formada por una pequeña franja de cuadros azules y blancos, sucesivamente, enmarca la enseña. Es en el Pabellón de Morelos, en el cual, por vez primera, se introduce el águila sobre el nopal, símbolos que sabemos formaban parte de la cosmología azteca. Es muy significativo el uso que Morelos le dio al hoy Escudo Nacional; este símbolo, casi mitológico, representaba la fundación de la Gran Tenochtitlán en 1325, al utilizarlo como parte se su bandera, el Siervo de la Nación, combinándolo con la alusión a la Virgen María, le dio a su movimiento una nueva identidad, era la unión entre criollos y mestizos en su búsqueda por la libertad, era la primera expresión de orgullo de nuestro glorioso pasado indígena. Fue la síntesis de la historia Mexica y la cultura occidental europea. Era la primera manifestación heráldica de la nueva nación. Morelos, de la misma manera con la cual dotó al movimiento de independencia con el documento político-ideológico más rico en contenido social de todo el siglo XIX: La Constitución de Apatzingán, también le dio a la naciente nación mexicana sus primeros símbolos patrios: tres tipos distintos de bandera (de guerra, parlamentaria y de comercio) y el Escudo de Armas. En efecto, Morelos, con esa gran visión histórica que lo caracterizó, delineó en 1815 el primer Escudo Nacional Mexicano, el Decreto que emitió consideraba que.
En un escudo de campo de plata se colocará un águila en pie, con una culebra en el pico y descansando sobre un nopal cargado de frutos, cuyo tronco esté fijado en el centro de una laguna. Adornarán el Escudo trofeos de guerra y se colocará en la parte superior del mismo, una corona cívica de Laurel, por cuyo centro atravesará una cinta con esta inscripción: Independencia mexicana, Año de Mil Ochocientos Diez. El derrotero que siguió el movimiento de independencia fue, por desgracia, muy diferente al que dio origen Hidalgo y Morelos: el horror que les producía a los criollos adinerados de esa época la posibilidad del triunfo de la causa popular; el deseo perenne de la iglesia de conservar sus fuero y privilegios; el miedo de los españoles a Napoleon y el rechazo a las medidas de la Constitución de Cadiz; la ambición dislocada de los caudillos militares criollos y la falta de cohesión del grupo insurgente, dio como resultado la traición de la Profesa, en la cual los grupos contrarios a la independencia proclamada por los insurgentes en 1810, decidieron separarse de España y hacer una independencia de acuerdo a sus propios intereses económicos y políticos. Así, México surgió a la vida independiente con su signo contrario al que imaginaron Hidalgo y Morelos. Los conservadores se disfrazaron de independentistas. Así surgió una de las tantas contradicciones mexicanas, que nos llevaron a decenas de años de guerra fratricida, hasta el restablecimiento de la republica y la victoria sobre los invasores franceses y sus aliados los traidores mexicanos conservadores. En efecto, el 24 de febrero de 1821, se firmó entre
el caudillo insurgente Vicente Guerrero y el militar criollo
Agustín de Iturbide, cabeza de los conspiradores de la iglesia de la Profesa, el Plan de Iguala, el cual puso término a la lucha independentista iniciada por Hidalgo. A raíz de este Plan se creó la Bandera de las Tres Garantías. La bandera se mandó confeccionar con un sastre-peluquero llamado José Magdaleno Ocampo, quien cobró por ello 24 pesetas. Esta bandera es la primera que tiene los actuales colores nacionales: verde, blanco y rojo.
Los colores estaban terciados en franjas diagonales de izquierda a derecha, empezando con el blanco, verde y rojo; en el centro de cada franja se encontraba una estrella dorada de cinco puntas. Los colores de la enseña simbolizaban las tres garantías, de donde proviene su nombre: el blanco la conservación y pureza de la religión católica, apostólica y romana, sin tolerancia de cualquier otra religión; el verde la libertad e independencia bajo la forma de gobierno monárquico moderado y el rojo la unión de americanos y europeos. La primera regencia (1821-1823) modificó la bandera de las tres garantías, ordenando que las franjas quedaran en sentido vertical y en el orden que actualmente tiene la Bandera Nacional: verde, blanco y rojo. En la franja blanca el águila de frente con las alas abiertas, la cabeza de perfil y con una corona imperial.
El Decreto número 254 de 2 de noviembre de 1821 decía: 1°. Que las armas del imperio para toda clase de sellos sea solamente el nopal nacido de una peña que sale de la laguna y sobre él, parada con el pie izquierdo, una águila con corona imperial. 2°. Que el Pabellón Nacional y Banderas del ejército deberán ser tricolores, adoptándose perpetuamente los colores verde, blanco y encarnado en fajas verticales y dibujándose en la blanca una águila coronada. El Decreto no hace mención alguna a las razones que llevaron a Iturbide a hacer este cambio, tal vez la modificación en el orden de los colores se debió a que, al tener que incorporar el Escudo Nacional a la Bandera, éste resaltaba más en el blanco que en el rojo o verde, o tal vez Iturbide quiso darle prioridad a la independencia de México, lo que simbolizaba el color verde, sobre la religión católica de estado, que significaba el color blanco. Haya sido por cuestiones prácticas o ideológicas, el orden de los colores ordenado por Iturbide fue definitivo, pues a partir de ahí todas las banderas mexicanas lo han mantenido.
Después del efímero y oropelezco reinado de Agustín de Iturbide, el Congreso Constituyente de 1823, por Decreto del 14 de abril de 1823, borro los vestigios imperiales de nuestros símbolos patrios, al ordenar que se consignara el águila del Escudo y la Bandera Nacionales, de acuerdo a la tradición indígena. 1º.Que el Escudo sea el águila mexicana, parada en el pie izquierdo, sobre un nopal que nazca de una peña entre las aguas de la laguna y agarrando con el derecho una culebra en actitud de despedazarla con el pico y que orlen este bastón dos ramas, una de laurel y otra de encina, conforme el diseño que usaba el gobierno de los primeros defensores de la Independencia. 2°. Que en cuanto al Pabellón Nacional se esté al adoptado hasta aquí, con la única diferencia de colocar el águila sin corona, lo mismo deberá hacerse en el Escudo. Decíamos al inicio de este escrito, que todos los movimientos militares, golpes de estado, revoluciones o asonadas del primer siglo del México independiente se reflejó ideológicamente en los Símbolos Patrios: En efecto en el decreto anterior se observa claramente cómo se plasma en ellos el primer triunfo de la República sobre el Imperio. Desde el anterior decreto, de 1823, hasta el emitido por el General Abelardo L. Rodríguez, el 5 de febrero de 1934, ciento once años después, en su calidad de Presidente sustituto de México, La Bandera y el Escudo Nacionales sufrieron diversas modificaciones, principalmente en la forma de representar el águila:
De 1833 a 1848 el águila aparecía de frente; durante la intervención francesa (abril de 1862 a marzo de 1867).
Y la desastrosa aventura imperial de Maximiliano (junio de 1864 a 15 de mayo de 1867) el águila se encontraba de frente y coronada con las alas desplegadas, aunque esta modificación no se observó en todo el territorio nacional, porque las fuerzas francesa de ocupación nunca tuvieron control completo del país.
En 1880, el General Porfirio Díaz, en su primer período presidencial expidió un decreto ordenando que el águila regresara a su forma original: de perfil y sin corona.
En 1893, el águila regresó a representarse de frente; en 1914 volvió a cambiar: de frente, pero con las alas desplegadas. A partir del segundo triunfo de la República sobre el Imperio, (o restablecimiento de la República, según Daniel Cosio Villegas), el uso y utilización del Escudo fue en aumento, papeles sellados, monedas, sellos de correos, etcétera. La proliferación de diversas versiones del Escudo llegó a su clímax en los años de 1913 y 1916, las diversas facciones revolucionarias en lucha adoptaron diferentes tipos de águila.
El caos y anarquías anteriores fue lo que motivó a don Venustiano Carranza a emitir el Decreto de 20 de septiembre de 1916. El Decreto, aunque nunca entró en vigor, es importante por los conceptos que manejó en sus considerandos: Primero.- que se hallaba vigente el Decreto de 1823, emitido por el Primer Congreso Constituyente de México, por lo que el águila debería de recobrar su original estilo; Segundo.- que el mencionado Decreto se prestó a diferentes interpretaciones en su versión gráfica, dando lugar a una infinita variedad en las figuras de las águilas usadas por diversas autoridades de la República, faltando así una forma definida de Escudo Nacional; precisaba además, que el emblema debía ajustarse a los viejos códices indígenas. Fue en esa época que, para evitar interpretaciones erróneas, provisionalmente se utilizó el diseño de los artistas Antonio Gómez y Jorge Enciso. Las características de este dibujo se basan en el Códice Mendocino: la erguida actitud del águila revela dignidad y poderío; la voluntad de vencer. Los rasgos son de una águila joven y vigorosa; por la característica de los colmillo y por el crótalo, la serpiente es una cascabel. La sustitución de la figura de una serpiente acuática por la de una cascabel, se hizo por la significación de ésta en la cosmología de los aztecas. En el diseño se usaron otros elementos indígenas: Los signos jeroglíficos de la piedra y el agua, asimismo la utilización del lago, representa la faceta de la manera de ser del pueblo azteca, guerrero, sensible y artista. Desgraciadamente el Decreto de Carranza no entró en vigor. No sería hasta 1934, a través del Decreto del Presidente Rodríguez, antes mencionado, que el diseño del Escudo Nacional fue declarado oficial y único como símbolo patrio. En efecto, el Decreto ordenó que se utilizara como diseño por toda clase de autoridades, el de los modelos que se depositaron en varios recintos oficiales. De acuerdo con el mismo, se conservó el águila de perfil, se utilizó su plumaje y su conformación y se rectificó la posición de la serpiente. Hasta esta parte de nuestro recorrido histórico, todas las disposiciones jurídicas emitidas respecto a la Bandera y Escudo Nacionales, salvo el Decreto de 1823, del Congreso Constituyente, fueron actos realizados por el Ejecutivo, haya sido éste constitucional o de facto. La importancia y trascendencia de los símbolos patrios para todos los mexicanos, motivó que el 30 de septiembre de 1966, el Poder Revisor de la Constitución adicionara el artículo 73 con la fracción XXIX-B, a fin de dotar al Congreso Federal de atribuciones para legislar sobre las características y uso de la Bandera, Escudo e Himno Nacionales. Con la publicación de esta reforma en el Diario Oficial de la Federación, el 24 de octubre de 1967, terminó un período caracterizado por la anarquía, desorden y abuso en la utilización de los símbolos nacionales y dio origen a una nueva etapa de fortalecimiento al culto que les debemos profesar a estas representaciones heráldicas de nuestra nacionalidad. Con base en las anteriores nuevas facultades, el Congreso Federal expidió en 1968 la primera ley mexicana sobre la materia, con el propósito de utilizar adecuada y correctamente el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales. Así la época de incertidumbre respecto a las características de nuestros símbolos patrios llegó a su fin; cuando menos así se esperaba. La vigente ley del 8 de febrero 1984, expedida por el Congreso Federal a iniciativa del entonces Presidente de México, Miguel de la Madrid, se inscribe en la corriente iniciada por su más remoto antecedente de 1823 y continuada por la de 1968, al fijar correctamente los modelos del Escudo y la Bandera Nacionales y disponer que éstos fueran autenticados por los tres órganos de Poder que conforman el Poder Federal y que los modelos fueran depositados en recintos oficiales, donde permanecerán perennemente como un ejemplo vivo de la Historia de México. Esto significa, que los símbolos patrios, son representativos de todos los mexicanos y del estado mexicano. Al haber certificado con su firma, el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, los Presidentes de la Cámara de Diputados y de la de Senadores y el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, los modelos y partitura de nuestro escudo, bandera e himno nacionales, nadie, absolutamente nadie puede utilizarlos de manera oficial, con modificación alguna. Aquel que se atreviere a hacerlo, no únicamente estaría violando una Ley Federal; sino que, además, estaría atentando contra toda la historia nacional y la sanción más que legal, sería moral. Una afrenta así jamás será olvidada y menos perdonada. Ese es el caso del Presidente Vicente Fox, pues en su sexenio se utilizan un escudo nacional cortado, como pretendiendo significar que la historia empezaba y terminaba con el.
Como se observa en el anterior recorrido histórico, todo caudillo que cree que la historia de México inicia con él, cae en la tentación de querer imprimir en los símbolos nacionales su “personalidad”, por ello la ley de 1984, elimino toda posibilidad de modificación. Los símbolos nacionales son inalterables, porque representan y son el resumen la historia nacional. Son el resultado de la lucha de mas de un siglo, de la sangra derramada por millones de mexicanos y condensa sus aspiraciones de una patria libre, justa y soberana. El Himno Nacional Todos los pueblos del mundo han tenido la necesidad de contar con un himno que les infunda cariño a la patria, un canto guerrero que exalte los valores nacionales e inflame el sentido patriótico, pero, sobre todo, un canto que unifique aspiraciones y triunfos y que sea la síntesis patriótica del espíritu magnífico del pueblo. Ya desde tiempos remotos los antiguos mexicanos contaban con un grito de batalla llamado atl-tlachinolli. A raíz de la Independencia de México hubo varios intentos frustrados por que la nueva nación poseyese un Himno Nacional: El de Torres Cano en 1821, el de Garmendia; el de D. Carlos Ma. De Bustamante; el del poeta cubano José Ma. Heredia en 1826. Sea porque giraban alrededor de caudillos momentáneos o porque aún no surgía plenamente el Estado nacional mexicano, ninguna de estas composiciones se arraigó en el sentimiento nacional. Corría el año de 1849, dos años después de la desastrosa e infame invasión norteamericana, cuando se dio el primer intento serio por crear el “canto sagrado” de la joven nación mexicana. En efecto, nos refiere el maestro Arturo Schroeder, que en julio de 1849, llegó a la capital mexicana el pianista y compositor vienés Henry Hertz, quien, para hacerse grato al país, propuso una convocatoria, el 5 de agosto del mismo año, a efecto de producir el canto nacional, de esta suerte la Junta Patriótica Metropolitana instó a la Academia de Literaria de San Juan de Letrán a formular el concurso relativo. Como jueces de dicho evento figuraron los personajes más notables y reputados de la intelectualidad mexicana de aquella época, se presentaron 30 compositores, obteniendo el primero y segundo lugar respectivamente,
Andrews Davis Bradburn norteamericano, el poeta mexicano Félix María Escalante. A la composición le realizó el arreglo el pianista austríaco Henry Hertz. La obra fue estrenada en noviembre de ese año en la ciudad de Guadalajara, el himno no alcanzó el éxito esperado, a pesar de que las condiciones anímicas de los mexicanos parecían ser propicias para tal acontecimiento, así, se frustró un intento más de crear un himno que le cantara a la Patria. Cinco intentos fallidos se realizaron después del de 1849 curiosamente todos los autores extranjeros: uno del poeta cubano Carlos Bochsa, dos del compositor italiano Antonio Barilli, otro del Barítono Taffaneli y el último del húngaro Max Maretzek. Ninguno tuvo respuesta popular, todos se perdieron en el vacío. Durante el último período presidencial del General Antonio López de Santa Anna, el deseo de crearle un himno a la patria tuvo eco en la megalomanía de “su alteza serenísima”. En efecto, por conducto de su Ministro de Fomento, Miguel Velázquez de León y del Oficial Mayor Miguel Lerdo de Tejada, convocó a un nuevo certamen literario para que de allí surgiera el Himno Nacional. La convocatoria fue lanzada el 12 de noviembre de 1853, a pesar de lo inusitadamente corto del tiempo para cerrar la convocatoria (veinte días), se presentaron más de 20 composiciones. El resultado del concurso fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 3 de 1854, en él se estableció: Ministerio de Fomento. Sometidas al examen del excelentísimo señor Don José Leonardo Couto y de los señores Don Manuel Carpio y Don José Joaquín Pesado, las veintiséis composiciones que se presentaron a esta Secretaría en virtud de la convocatoria publicada el 12 de noviembre último, ha sido calificada de mayor mérito la siguiente de que resultó ser autor, al abrir el pliego cerrado que llevaba epígrafe, el Sr. Don Francisco González Bocanegra.
El mismo Diario Oficial hacía saber al público y a los compositores de música que abría un nuevo certamen, en esta ocasión para que realizaran el arreglo musical de la letra aprobada. La convocatoria daba sesenta días para tal efecto. De las quince composiciones que se presentaron resultó ganadora la que tenía por epígrafe “Dios y Libertad” y las iniciales J. N. Resultando ser Don Jaime Nunó , músico español recién llegado a nuestro país, a quien la comisión calificadora declaró ser el autor del Himno el cual el gobierno adopta como Nacional. El Himno Nacional con la letra por González Bocanegra y la música de Jaime Nunó fue cantado por vez primera el 15 de septiembre de 1854. En esta ocasión el éxito fue rotundo. El delirio llegó a su máximo. Los autores fueron aplaudidos estrepitosamente. Hubo gritos y expansiones, y un júbilo desbocante”. Sin embargo, la patria aún no tenía su himno. La revolución de Ayutla derrumbó el régimen santanista e inició el camino para el advenimiento definitivo del estado nacional mexicano. Inicialmente nuestro Himno se entendió como un homenaje a Santa Anna, consecuentemente fue repudiado por el clamor popular, al grado de que Don Francisco González Bocanegra tuvo que esconderse para escapar de la persecución de que era objeto. Sin embargo el himno estaba predestinado a ser el canto sagrado de la patria. Pronto la triunfante Revolución de Ayutla lo hizo suyo. Fue en la batalla del 5 de mayo, en la cual el himno realmente se convirtió en nacional: Los soldados franceses avanzaban orgullosos entonando con ardor La Marsellesa, entonces, de la campiña mexicana surgió la voz anónima que vibrando de emoción canto el Himno Nacional. Ciña ¡Oh Patria! Tus sienes de oliva De la paz el arcángel divino. Que en el cielo tu eterno destino Por el dedo de Dios escribió. Mas si osare un extraño enemigo Profanar con su planta tu suelo, Piensa ¡Oh Patria querida! Que el cielo Un soldado en cada hijo te dio. ¡Por fin teníamos Himno Nacional! Así, cubriéndose de gloria, triunfando sobre los ambiciosos imperiales, de la misma manera que nuestros cañones triunfaron sobre su poderoso y orgulloso ejército, las notas del Himno Nacional opacaron a las de La Marsellesa. Que bella forma de entrar a nuestros corazones y conquistarnos para siempre. Qué mejor ocasión que aquella para que el pueblo decidiera por sí mismo cuál sería su himno patrio. Desde entonces nuestro Himno es símbolo de independencia, antiimperialismo, amor a la patria y sobre todo, símbolo de unión y fraternidad de los mexicanos.
Don Julián Carrillo nos refiere que ya desde la primera instrumentación para banda militar (del Himno Nacional) se iniciaron las alteraciones de nuestro himno, sobre todo al querer despojarlo de toda marcialidad y con ello sigue diciendo Don Julián Carrillo –transformarlo en una cancioncilla insignificante. Afortunadamente el esfuerzo de muchos mexicanos, como Don Julián Carrillo, impidieron que nuestro Himno fuera despojado de su marcialidad, belleza y significado, además el Gobierno federal emitió varias disposiciones jurídicas para evitar tal sacrilegio. En efecto, en 1943 se publicó un decreto que declaraba oficial la publicación del Himno editada por la Secretaría de Educación Pública. La ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales de 1984 La ley vigente sobre el himno, la bandera y el escudo nacionales de 1984, tal como ya lo señale, fue a iniciativa del Presidente Miguel de la Madrid, está dividida en ocho capítulos, de los cuales el último lo denomina especial: En él se contempla la letra y música oficiales de nuestro himno patrio. El capítulo primero de la nueva ley, aunque en apariencia es similar al de 1968, introduce dos aspectos que es importante destacar. En efecto, el capítulo primero de la actual ley, inicia enumerando los símbolos patrios, hasta aquí el capítulo de la ley de 1984 parece ser idéntico al de su antecesora, sin embargo, la primera diferencia se encuentra en la siguiente oración de la ley cuando dispone que “El Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales” son símbolos patrios de los Estados Unidos Mexicanos. La nueva ley, de manera enfática y rotunda nos dice a todos los mexicanos cuales son los símbolos patrios: El Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales. Ciertamente la de 1968 también hacía referencia a los símbolos patrios, pero la fuerza de la expresión en ella utilizada no era tan contundente como la vigente, la anterior únicamente los enumeraba e inmediatamente después los califica como símbolos patrios, sin embargo, el adjetivo calificativo de símbolos patrios perdía vigor en el resto del artículo, es decir, la disposición hacía más énfasis en la manera que serían reguladas las características y uso de símbolos, que afirmar el culto y respeto que los mexicanos les debemos a éstos. Aparentemente la situación señalada pudiera tacharse de bizantina, sin embargo, es importante señalarla pues, de entrada, la ley de 1984, le imprimió una filosofía nueva referida al respeto que merecen los símbolos representativos de la patria. Si bien en la primera oración no se advierte claramente este nuevo enfoque, sin lugar a dudas es perfectamente caracterizado por la segunda oración del artículo primero: “la presente ley regula sus características y difusión…” En efecto, la introducción del vocablo difusión sí representa una nueva actitud de la ley y de los poderes públicos ante la relación comunidad-símbolos nacionales. La exposición de motivos de la ley de 1984 al respecto señala: Atendiendo a las circunstancias de su tiempo, la ley (1ª. De 1968) contrarrestó el uso indiscriminado, irrespetuoso, de los símbolos patrios, en especial del Escudo Nacional. Por tal razón introdujo limitaciones que si bien remediaron los males a que se propuso hacer frente, convirtieron a los símbolos patrios en objetos distantes de nuestra vida cotidiana. Por la vía de las prohibiciones se quiso –y se consiguió- rescatar a los símbolos patrios de un proceso de vulgarización que en nada contribuía a su culto; pero por esa vía se introdujeron también inhibiciones para la población en general que se alejaron de los representativos de la patria. Desde la perspectiva personal, esta es una de las aportaciones más relevantes con que nos beneficia la ley vigente: Nos acerca más a los símbolos de nuestra nacionalidad, nos permite sentirnos menos distantes, en cierto sentido al ponerlos a nuestro alcance, permite que la veneración y respeto se las demostremos cotidianamente. Esta nueva tendencia de la ley, de ninguna manera deberá provocar actitudes irrespetuosas hacia nuestros símbolos patrios, todo lo contrario, deberá propiciar mayor identificación con ellos y con lo que representan y, como consecuencia, fortalecerá la unidad nacional, el sentimiento patriótico y el amor a México. Un ejemplo claro de este fenómeno, fue la reacción de la mayoría de los mexicanos, quienes ante las agresiones verbales del Presidente norteamericano Trump, en las redes sociales incluyeron el escudo o la bandera nacionales, como símbolo de su union y rechazo a las nuevas y absurdas andanadas del imperialismo trasnochado e inculto. El capítulo segundo de la ley vigente, refiere las características de los símbolos nacionales. Básicamente es similar al de 1968, las únicas diferencias consisten en la mención expresa que la actual hace de la letra y música del Himno Nacional y en la eliminación de la mención acerca del Escudo y Bandera Nacionales y letra y música del Himno Nacional. En efecto, las diferencias son pocas, sin embargo, en lo que respecta a la primera de ellas, la nueva disposición subsana una omisión importante efectuada en el ordenamiento anterior. La ley termina en forma definitiva con la posibilidad de que nuestro Himno a la Patria pueda ser adulterado por manos profanas. Con la incorporación de este capítulo se culmina el proceso iniciado en 1922 por don Julián Carrillo para restaurar a nuestro canto sagrado su pureza. Preocupación que como hemos afirmado anteriormente, hizo suyo el Gobierno de la Republica en 1943 a través de la publicación del decreto que fijó la versión oficial del Himno Nacional Mexicano. Este es de gran importancia, porque estoy seguro que muchos de nosotros hemos oido versiones del himno nacional con acordes menos marciales. Hoy con esta disposición y con la publicación del himno con sus acordes exactos, se evita que esto siga sucediendo y se fortalece la marcialidad y belleza de nuestro himno patrio. Uso y Difusión del Escudo Nacional El título tercero, si bien se titula “Del uso y difusión del Escudo Nacional, regula primordialmente el uso del mencionado símbolo. Su utilización se restringe para usarse en medallas oficiales, sellos, papel oficial y similares. Es acertada la decisión, tanto de la Iniciativa presidencial como del legislador, de mantener la estipulación que prohíbe a los particulares el uso del Escudo Nacional en sus actividades personales. Esta prevención impide que su utilización se de en forma indiscriminada y pueda causar confusiones. Además, evita un proceso de vulgarización que pudiera vulnerar la veneración y respeto que le profesamos. En cuanto a la difusión, ésta será limitada exclusivamente a los vehículos que use el Ejecutivo, sólo en estos podrá figurar el Escudo Nacional. Ilustración 21 Escudo Nacional Ahora bien, cabe realizar la siguiente reflexión: ¿pueden los servidores públicos utilizar el Escudo Nacional en su correspondencia particular? El artículo respectivo aparentemente se refiere únicamente a documentos particulares, es decir, a aquellos que provengan de personas que no laboran en el sector público, sin embargo, vale recordar que en nuestro orden jurídico, los servidores públicos únicamente pueden ejercer facultades que expresamente les son otorgadas. Basta con que la ley no le otorgue facultades al servidor público para utilizar el Escudo Nacional en sus documentos particulares, para que se entienda que la norma no le autoriza tal utilización. Vale otra reflexión. ¿Puede un Poder o su titular modificar el escudo Nacional? No, definitivamente no. Cualquier adulteración del Escudo Nacional en medallas, sellos, papel oficial o similares, significará una transgresión a la Ley, quien busca precisamente acabar con las actitudes caudillistas y arbitrarias de plasmar su estilo y personalidad o ideología en los símbolos nacionales. Ahí está la historia nacional, quien claramente demuestra que todos los intentos por hacer de nuestros símbolos nacionales, emblemas particulares o de partido, al final siempre serán superados. No importa cuánto tiempo pase, llegara el momento que se impondrá la fuerza de la ley, la razón y la historia. La Bandera Nacional: Uso, Difusión y Honores De los siete capítulos de la ley de 1984, el más profuso en innovaciones es el cuarto, en él se regulan el uso, difusión y honores a la Bandera Nacional. El capítulo conserva importantes disposiciones de la Ley anterior, e.g. la facultad de la Secretaría de Gobernación para fomentar e impulsar el culto a nuestra enseña nacional; el día 24 de Febrero como Día de la Bandera; la forma de cómo saludar civilmente a la Bandera Nacional; el fomento al culto del Lábaro Patrio en las instituciones de educación elemental, media y superior; en síntesis, las disposiciones que regulan las diversas situaciones en que se rinden honores a la Bandera Nacional. Así como el ceremonial que se debe observar en ellas. Los aspectos más importantes de este capítulo son los siguientes: Establece como condición para que nuestra Bandera Nacional salude a un Jefe de Estado extranjero la reciprocidad Internacional. Sobre el particular la exposición de motivos alude lo siguiente: La preservación del espíritu patrio y de la dignidad nacional fueron motivo para que se establezca como requisito la reciprocidad internacional, para que nuestra Bandera salude a un jefe de Estado extranjero. Nos parece totalmente adecuada la disposición, sobre todo si se tiene presente que existen precedentes en el ámbito internacional de algunos países cuyas enseñas nacionales no son recíprocas en esta situación e.g. Estados Unidos de América, en las ceremonias olímpicas. Para fortalecer el culto a la Bandera, difundir y exaltar su historia y significación y conmemorar los hechos más importantes de nuestra historia patria, la Ley aumenta el número de edificios públicos en donde la Bandera se izará diariamente; asimismo incluye el calendario de los días en que deberá ser izada a toda o media asta. En el primer supuesto será en aquellos días de júbilo y celebración, en el segundo se conmemorarán los actos luctuosos. La Ley incorporó al calendario, por vez primera, la celebración del nacimiento y muerte de don Ignacio Allende, ilustre iniciador del Movimiento de Independencia. Por otro lado, la veneración a la Bandera se ha visto fortalecido notablemente por otras medidas: se transmitirán programas en los medios de comunicación de masas sobre nuestra Enseña Nacional, se establece como facultad de las autoridades educativas federales, estatales y municipales para que en ámbito de sus competencias impulsen el culto, exalten consoliden en la niñez y juventud estudiosa de México el valor de los símbolos patrios. Esta última medida se inscribe en la política de descentralización de la vida nacional al mencionar los tres órdenes políticos educativos del país, además, al establecer obligaciones tanto para las autoridades educativas estatales y municipales la Ley cobra mayor dimensión, como corresponde a una ley de esta naturaleza. En efecto, al regular actos de autoridades que no sean propiamente federales, la Ley deviene en una Ley constitucional; es decir, aquel tipo de leyes que no obliga exclusivamente a los poderes federales; por su contenido, tiene aplicación en todo el Estado Federal: Federación y Entidades Federativas. Esta Ley, es en efecto de las que, de acuerdo al artículo 133 de la Constitución Federal, conjuntamente con las disposiciones de la constitución y de los tratados internacionales, son Ley Suprema de la Nación. En el mismo orden de ideas se ubica el artículo 19 de la Ley que dispone que “En acontecimientos de excepcional importancia en el país, el Presidente de la República podrá acordar el izamiento de la Bandera Nacional en días distintos a los señalados en el artículo anterior, (el artículo 18 contempla el calendario cívico nacional). Igual facultad se establece para los Gobernadores de las Entidades Federativas…” Es indudable que por el contenido de la Ley y los símbolos que regula, la convierte en una de las disposiciones de mayor trascendencia en la vida mexicana, pues tal como bien supone la exposición de motivos de la Iniciativa presidencial: Se pretende que los símbolos de la Patria sean respetados más que por la existencia de la Ley, por el espíritu de respeto, conciliación y unidad a que los mismos símbolos convocan. Por otro lado, los artículos 32 y 33, confirman la nueva filosofía de la ley: acercar los símbolos patrios al pueblo mexicano. En efecto, estas dos disposiciones ponen fin a los criterios asumidos por las anteriores normas que regularon el uso de la Bandera Nacional. Vale recordar, para enfatizar más la diferencia de enfoque, que la exposición de motivos del Derecho de 1943 emitido por el Presidente Avila Camacho argumentaba lo siguiente: …Por su mismo carácter de símbolo patrio (la Bandera), debe evitarse su uso inmoderado o impropio, dejándose su empleo exclusivamente para actos cuya solemnidad o trascendencia para el país, exija su presencia. La Ley de 1968, sobre las características y uso de los símbolos patrios mantuvo el mismo espíritu, su artículo 31 disponía lo siguiente: Las instituciones públicas o privadas y los particulares podrán adornar sus edificios, casa y vehículos con la Bandera Nacional, solamente durante las festividades patrias o con motivo de los actos cívicos solemnes. La Ley actual abandona radicalmente estos criterios que, ciertamente impidieron su “uso inmoderado o impropio” pero, también en cierta forma evitaron que el pueblo de México pudiera expresarle a diario su fervor y veneración y a través de ello a los héroes, porque como bien dice la exposición de motivos de la Iniciativa presidencial, “a los símbolos patrios se les venera porque, haciéndolo, se rinde homenaje a los héroes. En este orden de ideas, la Ley de 1984, nos autoriza a los mexicanos a rendirle homenaje diario a nuestra Bandera. En efecto, a partir de su publicación, es posible usar la Bandera en nuestros vehículos, exhibirla en nuestras casas o nuestros trabajos, hasta observar el respeto que le corresponde y que, sin necesidad de que lo ordene ley alguna, todos los mexicanos le profesamos. Otro aspecto innovador, que se regula en este capítulo y que no queremos soslayar es el referente a la Banda Presidencial. Mientras la Ley de 1968 consideraba a este símbolo como “modalidad de la Bandera Nacional” la nueva Ley le llama “una forma de representación de la Bandera Nacional”. El cambio no es meramente semántico, en efecto, significa que la Banda Presidencial es la Bandera misma, es por tanto símbolo patrio, es decir no es un nuevo símbolo sino que, en virtud del fenómeno de la naturaleza de la representación, es la Bandera misma. En este sentido, el Presidente de México, está obligado a observar en la Banda Presidencial todas las características que esta Ley dispone para la Bandera Nacional. El Himno Nacional El próximo día 15 de septiembre se cumplirán ciento sesenta y cuatro años desde la noche gloriosa en que el Himno Nacional de Francisco González Bocanegra y de Jaime Nunó fue cantado por vez primera en honor a la Patria. Que importante que a tantos años de distancia la Ley dedique dos capítulos a regular la ejecución y difusión del himno: El capítulo quinto y el especial. Este hecho es de gran trascendencia para la conservación de la pureza del Himno Patrio. En efecto, a lo largo de su historia, manos profanas intentaron adulterar el “el canto sagrado”. De manera reiterada fueron los esfuerzos de don Julián Carrillo iniciados en 1922 para conseguir la partitura original, a fin de restaurar su pureza. La incesante búsqueda de don Julián tuvo como recompensa haber encontrado un ejemplar auténtico de la primera edición (1854) y gracias a este ejemplar “depurarlo (al Himno Nacional) de todas las alteraciones que manos profanas habían acumulado en él”. La Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales hace significativas aportaciones en este campo: 1°. Sistematiza y agrupa en un único cuerpo jurídico diversas disposiciones sobre la materia que antes se encontraban dispersas, e.g. El Decreto Presidencial de 1943 declara como oficial el Himno Nacional editado para tal efecto por la Secretaria de Educación Pública y el Acuerdo Presidencial del 14 de febrero de 1983 por lo que se reafirma y fortalece el culto a los símbolos nacionales. 2°. Incorporó al cuerpo de la ley la letra y música del Himno Nacional, a efecto de garantizar, precisión y uniformidad en torno a su canto, ejecución, reproducción y circulación. 3°. Mantiene la prohibición de utilizarlo indebidamente: ya sea su letra y música, ejecutarlo total o parcialmente en composiciones o arreglos o cantarlo o ejecutarlo con otros fines que no sean los de respeto y veneración. Al respecto, la justicia federal ha emitido la siguiente sentencia acerca del delito llamado de uso indebido del Himno Nacional: … El delito puede tipificarse de dos maneras: tocando el Himno Nacional en su versión oficial en actos que no son de los limitativamente señalados…, o alterando la letra y música del mismo…, 4°. Estableció el número de estrofas que deberán ser ejecutadas en las diversas festividades. Asimismo modificó el ceremonial en caso de ejecución del Himno para hacer honores al Presidente de la República. En este supuesto el Himno no será ejecutado simultáneamente con la marcha de honor tocada por las bandas de guerra. En efecto, de acuerdo a estas disposiciones, primeramente las bandas de guerra tocarán marcha de honor y cuando el Himno sea entonado, éstas, deberán permanecer en silencio. Únicamente en el caso de honores a la Bandera, la ejecución de la marcha de Bandera y el Himno Nacional deberán ser simultáneos. Este es por desgracia un error que se cometen en los actos oficiales cuando acude el Presidente de Mexico y el maestro de ceremonia confunde los los honores a la bandera con los honores al Presidente. Así que se deberá tener mas cuidado en las ceremonias oficiales para no transgredir esta disposición. En cuanto a la difusión del Himno Nacional, al igual que con el Escudo y la Bandera Nacionales, la ley asume la actitud de masificar el conocimiento y estudio del significado del Himno Nacional. Ciertamente la medida de incluir la ejecución del Himno Nacional al inicio y cierre de las transmisiones diarias, así como la aparición de la Bandera en el caso de la televisión, ha fomentado el culto de los mexicanos hacia nuestra enseña patria. En este mismo tenor se encuentra la disposición que obliga a las autoridades educativas a convocar anualmente a un concurso de coros infantiles sobre la interpretación del Himno, en el que participan los alumnos de enseñanza elemental y secundaria del sistema educativo nacional. De esta manera, tanto la niñez como el pueblo mexicano han tenido permanentemente a su alcance el Himno patrio; diariamente pueden vibrar de emoción al oír sus notas, contagiarse del patriotismo que emana de sus marciales y heroicas estrofas y así, exaltando cada día su belleza y significado, robustecen los sentimientos de fraternidad, solidaridad y unidad nacionales en torno de México y sus instituciones. Otro acierto de la Ley fue haber eliminado la prohibición de cantar o ejecutar el Himno únicamente en ceremonias solemnes. En efecto, la ley elimina tal situación y permite que pueda ser ejecutado o entonado en situaciones diversas, excepto para fines comerciales o de índole semejante. Otra singularidad de la Ley es la que regula, en cierto modo, la ejecución de Himnos extranjeros, sujeta esta circunstancia a la aprobación expresa del representante diplomático respectivo y de la Secretaría de Gobernación. Asimismo, la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de las representaciones diplomáticas de México acreditadas en el extranjero, solicitará del gobierno respectivo, que prohíba la ejecución o canto del Himno Nacional Mexicano con fines comerciales. Esta última medida se basa también en la reciprocidad internacional, pues si la Ley prevé que se respete el Himno Nacional de otros países, es totalmente justo solicitar a los países amigos que el nuestro sea respetado igualmente. Por último, en un capítulo especial se encuentra la letra y música oficiales del Himno Nacional. Este aspecto es sumamente trascendente por que evitará cualesquiera interpretación errónea del Himno, al disponer la Ley que los modelos tendrán que ser autenticados por los Presidentes de la República, Presidentes de cada una de las Cámaras del Congreso de la Unión y Presidentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en unión del Escudo y la Bandera guardados celosamente en los recintos oficiales escogidos para tal efecto. Nuestro Himno, de esta manera, mantendrá inalterable su poético contenido y su musical marcialidad. En virtud de esta medidas, las futuras generaciones de mexicanos al oír y entonar sus estrofas, continuarán sintiendo el mismo estremecimiento indescriptible que toca las fibras más sensibles del ser que observaron hace más de un siglo los heroicos defensores de Puebla el 5 de mayo de 1862. A MANERA DE CONCLUSION. Espero que este pequeño trabajo contribuya a conocer la historia de nuestros símbolos patrios y con ello a fortalecer la unidad nacional. Hoy, como nunca, son los símbolos nacionales y no las personas ni las instituciones las que nos convocan a amar y defender con todas nuestras convicciones a Mexico, a su historia y a sus tradiciones. Anexo 1 Himno Nacional Mexicano Versión Corta CORO Mexicanos, al grito de guerra El acero aprestad y el bridón, Y retiemble en sus centros la tierra, Al sonoro rugir del cañón. ESTROFA I Ciña ¡oh, Patria! tus sienes de oliva De la paz el arcángel divino, Que en el cielo tu eterno destino Por el dedo de Dios escribió. Mas si osare un extraño enemigo Profanar con su planta tu suelo, Piensa ¡oh, Patria querida! que el Cielo Un soldado en cada hijo te dio. CORO ESTROFA X ¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran Exhalar en tus aras su aliento, Si el clarín con su bélico acento Los convoca a lidiar con valor. ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡Un recuerdo para ellos de gloria! ¡Un laurel para ti de victoria! ¡Un sepulcro para ellos de honor! CORO Anexo 2 Himno Nacional Mexicano Completo Coro Mexicanos, al grito de guerra el acero aprestad y el bridón, y retiemble en sus centros la tierra al sonoro rugir del cañón. ESTROFA I Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva de la paz el arcángel divino, que en el cielo tu eterno destino, por el dedo de Dios se escribió; Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo, piensa ¡oh Patria querida! que el cielo un soldado en cada hijo te dió. Coro ESTROFA II En sangrientos combates los viste por tu amor palpitando sus senos, arrostrar la metralla serenos, y la muerte o la gloria buscar. Si el recuerdo de antiguas hazañas de tus hijos inflama la mente, los laureles (recuerdos) del triunfo, tu frente volverán inmortales a ornar. Coro ESTROFA III Como al golpe del rayo la encina se derrumba hasta el hondo torrente, la discordia vencida, impotente, a los pies del arcángel cayó; Ya no más de tus hijos la sangre se derrame en contienda de hermanos sólo encuentra el acero en tus manos quien tu nombre sagrado insultó. Coro ESTROFA IV Del guerrero inmortal de Zempoala te defienda la espada terrible, y sostiene su brazo invencible tu sagrado pendón tricolor; El será el feliz mexicano en la paz y en la guerra el caudillo, porque él supo sus armas de brillo circundar en los campos de honor. Coro ESTROFA V ¡Guerra, guerra sin tregua al que intente de la patria manchar los blasones! ¡Guerra, guerra! Los patrios pendones en las olas de sangre empapad: ¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle los cañones horrísonos truenen, y los ecos sonoros resuenen con las voces de ¡Unión! ¡Libertad! Coro ESTROFA VI Antes, patria, que inermes tus hijos bajo el yugo su cuello dobleguen, tus campiñas con sangre se rieguen, sobre sangre se estampe su pie; Y tus templos, palacios y torres se derrumben con hórrido estruendo, y tus ruinas existan diciendo: de mil héroes la Patria aquí fue. Coro ESTROFA VII Si a la lid contra hueste enemiga nos convoca la tropa guerrera, de Iturbide la sacra bandera ¡Mexicanos! valientes seguid: Y a los fieros bridones les sirvan las vencidas enseñas de alfombra; los laureles del triunfo den sombra a la frente del bravo adalid. Coro ESTROFA VIII Vuelva altivo a los patrios hogares el guerrero a cantar su victoria, ostentando las palmas de gloria que supiera en la lid conquistar: Tornáranse sus lauros sangrientos en guirnaldas de mirtos y rosas, que el amor de las hijas y esposas también sabe a los bravos premiar. Coro ESTROFA IX Y el que al golpe de ardiente metralla de la patria en las aras sucumba, obtendrá en recompensa una tumba donde brille de gloria la luz: Y de Iguala la enseña querida a su espada sangrienta enlazada, de laurel inmortal coronada, formará de su fosa la cruz. Coro ESTROFA X ¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran exhalar en tus aras su aliento, si el clarín con su bélico acento, los convoca a lidiar con valor: ¡Para ti las guirnaldas de oliva! ¡Un recuerdo para ellos de gloria! ¡Un laurel para ti de victoria! ¡Un sepulcro para ellos de honor! Coro Bibliografía Facsímil de la carta de don Jaime Nuno editada en el Seminario Ilustrado;. (1954). Juan Carrillo y otros. Mexico: Editorial Superación. Garcia, P. (1948). Con el Cura Hidalgo en la Guerra de Independencia. Mexico: Empresas Editoriales S.A de C.V. Gobernación, S. d. (1974). La Bandera y el Himno Nacional. Mexico: Editorial Mexicana. Heroles, J. R. (Tomo II). El Liberalismo Mexicano. Mexico. varios, A. (1982). Diccionario Jurídico Mexicano, Tomo I. Mexico. Villatoro, L. (1981). El Proceso Ideológico de la Revolución e Independencia . Mexico: UNAM. Villoro, L. (s.f.). Ob. Cit. Referencias de Ilustraciones Ilustración 1 Símbolos Patrios http://mexicounmundodediversidad.blogspot.mx/2012/03/simbolos-patrios.html 4 Ilustración 2 Jaime Nunó http://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nuno_jaime.htm 4 Ilustración 3 Jesús Reyes Heroles https://twitter.com/sep_mx/status/446362568597057536 5 Ilustración 4 Don Miguel Hidalgo y Costilla http://www.revistapioneros.com/miguel-hidalgo-y-costilla-el-zorro/ 7 Ilustración 5 Bandera de los Insurgentes http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 8 Ilustración 6 Bandera Jose Ma. Morelos http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 9 Ilustración 7 Escudo Mexicano de 1815 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Escudo_de_Mexico_en_1815.svg 11 Ilustración 8 Vicente Guerrero, Ilustración 9 Agustín de Iturbide http://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/GUS83.html, http://www.historiacultural.com/2011/05/biografia-agustin-de-iturbide.html 12 Ilustración 10 Bandera del Ejercito Trigarante http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 13 Ilustración 11 Bandera del Imperio de Agustín Iturbide http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 15 Ilustración 12 Bandera Republicana http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 16 Ilustración 13 Bandera Imperial de México 1864-1867 http://tertuliasdelaltiplano.blogspot.mx/2014/05/maximiliano-y-carlota-150-anos-de-su.html 17 Ilustración 14 Bandera de México 1914-1920 http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Bandera_de_M%C3%A9xico_(1914-1920).svg 17 Ilustración 15 Bandera de Venustiano Carranza http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 19 Ilustración 16 Bandera de México http://villacorona.com/index.php?option=com_content&view=article&id=55&Itemid=22 21 Ilustración 17 Andrewa Davis Bradburn http://www.memoriapoliticademexico.org/Biografias/GBF24.html 23 Ilustración 18 Francisco González Bocanegra http://www.tamu.edu/faculty/ccbn/dewitt/bradburn.html 24 Ilustración 19 Julián Carrillo www.tamu.edu/faculty/ccbn/dewitt/bradburn.html 26 Ilustración 20 Escudo Nacional http://www.taringa.net/post/info/2665286/Historia-de-los-simbolos-patrios-de-mexico.html 30

lunes, 20 de febrero de 2017

NADA PARA NADIE. LAS ENCUESTAS NO SON BOLAS DE CRISTAL¡

Tal como lo exprese en mi anterior artículo, ya empezó la guerra de encuestas. Empresas especializadas, periódicos y televisoras han empezado, de acuerdo a sus intereses, ideología o compromisos comerciales a publicar mensualmente resultados del levantamiento de encuestas a ciudadanos en el territorio nacional. Hasta ahora todas coinciden, independientemente su método de estratificación de la población o valoración de los resultados, a colocar a Andrés Manuel Lòpez Obrador como el puntero. ¿Si hoy fueran las elecciones, por quién votaría? Es la pregunta y el resultado en todas AMLO, contestan. Los porcentajes difieren, eso no es tan importante, sino el hecho que hoy por hoy, la persona más mencionada es El. Eso quiere decir que el será el Presidente? se preguntan los ciudadanos. Eso no es posible saberlo aún. Falta casi año y medio y muchas cosas pueden pasar. La encuestas son tan solo una fotografía del momento. En cuanto empiecen las campañas muchas cosas cambiaran. Para empezar los contendientes. Hasta ahora el único más seguro es AMLO. Los demás se definirán al final del año o principios del que viene. Un aspecto relevante serán las campañas internas, que seguramente tendrán el PAN y el PRI, circunstancia que no tendrá MORENA, porque el candidato ya está definido. Las campañas internas permitirán a los partidos y sus precandidatos promoverse en todo el país, con el impacto que seguro tendrá en los votantes.También las condiciones políticas , económicas y sociales podrían cambiar. En este momento AMLO se ha beneficiado del aumento de la gasolina y los errores del Presidente Peña y su equipo de trabajo; pero eso no será permanente, me imagino. Otro tema a considerar es la organización de cada partido. Yo soy un convencido de la organización electoral, sobre todo en elecciones competidas. Quien tenga la mejor organización electoral llevará todos sus potenciales simpatizantes a votar, quien no la tenga , deberá espera que cada uno por si mismo lo haga. Esto ya ha pasado en elecciones presidenciales. En Nicaragua en los 90s , las encuestas daban como favorito a Daniel Ortega, sin embargo gano Alemán. Será que hicieron fraude?. No lo sé, pero si se , que la organización de Aleman llevó a todos sus electores a emitir su voto y los sandinistas no y esa fue la diferencia. También en en el municipio de Uruapan en 1990 sucedió l mismo. Las encuestas le daban el 45% al PAN, un hermano de Felipe Calderón, por cierto y el PRI tenía 35%. Este último llevó a todos sus simpatizantes a votar y gano y el PAN, a pesar de estar arriba en las encuestas, no lo hizo y perdió. En este orden de ideas, hay un fenómeno que se está produciendo como consecuencia de las encuestas. Los simpatizantes de AMLO y otros que no los son, dan por un hecho que el será el Presidente. Me preocupa mucho lo de sus simpatizantes por varias razones. La primera, por el nivel de violencia verbal con el cual se expresan y la ignorancia que muestran sobre el efecto de las encuestas. Ellos dan por sentado que la encuestas es una especie de predicción infalible, como la bola de cristal de una adivinadora en una feria y no admitirán otro resultado que ese. Esta situación ha generado otra. La Cargada, ese fenómeno que sufría el PRI antes de la elección de 1988. Todo mundo quiere estar presente. Que lo vea o note el PEJE. En Chiapas, en reciente visita, nadie quería ser dejado fuera. Pensaron que estar en el templete les aseguraba una candidatura. Viste como me saludo, le decían a quien quería oírlos. No me soltaba la mano, reclamaban otro. Me recuerda aún Marielitos cubano, pero politico. AMLO debe ser el próximo presidente sostiene muchos.Si no gana dirán que le hicieron fraude y puede estallar la violencia. Hace poco escribí un artículo , en ese momento así lo expresaban las encuestas, que Margarita Zavala en todas, aparecía con dos puntos de diferencia y era la única que le daba batalla. Era principios de año, la encuesta era de principios de Enero y aún no se reflejaba en ellas el enojo del gasolinazo. Los simpatizantes de AMLO agredieron con una gran violencia a Margarita. También a mi por escribir el artículo. La dureza verbal, las ofensas y los adjetivos que expresaron eran impropios de una sociedad democrática. Hay en ellos una gran frustración. Entiendo, las circunstancias de la corrupción generalizada en la que se encuentra el país. La ineptitud de la actual clase política. La inseguridad creciente en todo México, como lesiona y agrede a millones de personas y familias. Si, pero eso no es justifica ningún tipo de violencia verbal contra nadie ni tampoco hace que indefectiblemente AMLO sea el próximo Presidente. Todos sabemos que el peor enemigo del peje es el mismo. En 2006 todo indicaba que va a ganar la presidencia. Era el puntero en las encuestas. Pero un error de El, lo evitó. Se dio zancadilla a si mismo cuando increpó al Presidente Fox con el ya famoso " Cállate Chachalaca" este error lo saco de la jugada y perdió por muy poco. El insulto no agradó a muchos el electores. Acaba de cometer otro al acusar a la Marina, sin pruebas, de asesinato de jóvenes menores de edad en el episodio de Nayarit. Después matizó, que eran jóvenes, ya no menores y que no debieron ser asesinados de esa manera. Cometió otro error que le costará simpatizantes. Cuando no habló durante Enero subió en las encuestas. Porque mencionó los anteriores episodios? ¡porque las simpatías cambian, así como el humor de los electores! Así que no se hagan ilusiones guajiras, AMLO todavía no es Presidente. falta mucho para la elección presidencial y , si no trabajan y se equivocan, todo podría ser diferente. Al tiempo. De antemano las mentadas de madre y las descalificaciones de los simpatizantes de AMLO las agradezco.

miércoles, 15 de febrero de 2017

¿QUIÉN GANARÁ LA PRESIDENCIA DE MÉXICO.? AMLO ENCABEZA. EL PRI EN TERCER LUGAR.

La lucha por la Presidencia de México ha empezado. Desde hace tiempo los distintos aspirantes declaran, proponen, inventan formas de hacer llegar su mensaje a los ciudadanos. Algunos, al hacerlo, rozan la ilegalidad, pues uno de los principios básicos del sistema electoral mexicano es la equidad en la contienda. Que haya piso parejo para todos los contendientes. Que nadie tome ventaja ilegítima, que nadie se adelante a los tiempos legales. Algunos cuentan con cargos partidistas o electorales para hacerlo más cómodamente. Son o presidentes de partido , como AMLO o Anaya, gobernadores como el de Puebla o el Bronco por Nuevo León, secretarios de Estado como Osorio de Gobernación o Narro de Salud. La que más sufre es Margarita Zavala, pues sin cargo oficial ni partidista hace malabares para mantenerse dentro de la legalidad electoral. Por supuesto los medios de comunicación de masas empiezan también a calentar el ambiente al publicar encuestas, pagadas por interesados o de motu propio. Estás, informan , pero también intentan influir en el ánimo del electorado, generarle mejor ambiente. Los electores de ahora no quieren equivocarse. Así se retroalimenta a las tendencias electorales. Las últimas encuestas de Mitosky, el Financiero, el Universal y el Reforma, tienen varios elementos en común, algunos escandalosos:
1-El PRI se cayo terriblemente , también se callo Inexplicablemente, pues parece mudo. Es el que paga los platos rotos, yo diría toda la vajilla, del Presidente Peña. Si, el PRI y su candidato más adelantado, el secretario Osorio, en todas las encuestas aparecen en tercer lugar. Lo más devastador para el PRI, es qué hay más de un 50% de los electores que dicen, cuando menos por ahora, que nunca votarían por este partido. El rechazo es altísimo. Ciertamente carga con el gran fardo que es hoy por hoy el Presidente Peña, quien cuenta con menos del 20% de apoyo ciudadano. Yo diría que solo el voto duro, duro del PRI se mantiene fiel. Claro qué hay otras razones que explican esta caída. Un presidente nacional que desconoce al partido, a los priistas y me atrevo a decir hasta la política. Un profesionista bien preparado técnicamente, pero sin experiencia electoral o partidista. En la segunda posición políticamente importante, como secretaria general, una prima del Presidente Peña, para variar también del Estado de México, también sin experiencia, la cual solo trata de avanzar políticamente por razón del parentezco. Un partido sin propuesta social, como cabuz del tren presidencial, siempre atrás. Sin voz propia ni tampoco prestada. No se organiza ni planea cómo enfrentar el reto electoral del 2018. Esta desintegrado, más que un partido nacional, parece que son 32 minipartidos, todos igual de inmóviles. Sin hacer suyos los intereses populares, sus reclamos actuales. Defendiendo lo indefendible, al Presidente y el gasolinazo. No marca su territorio ni crítica al gobierno, mínimo a los secretarios de estado. La verdad, aunque duela, quienes lo dirigen se comportan como empleados presidenciales, carecen de autonomía e independencia. Sí los verdaderos priistas, quienes ahora no sacan la cabeza,pues son muy pocos los autocriticos, porque tienen miedo que se las mochen, no reaccionan a tiempo, como el tango de Gardel, el camino del PRI será solo cuesta bajo. Ahí está el caso del Estado de México, donde todo parece el PRI perderá la elección, no importa que esté dispuesto a gastar millonadas. Ya por eso empiezan a hacer pactos con el PAN, quien se convertirá en una segunda opción presidencial. Cuando menos eso dijeron los dirigentes nacionales panistas, de quienes se dice fueron a ver al Presidente, y ebrios de poder y alcohol, festejaban que Peña ya se había ya comprometido a respetar los triunfos de Josefina en el Estado de México y de Anaya en la presidencial. Será?
2. AMLO aventaja en todas las encuestas. Si, es la verdad. Por sus propios méritos, pues tenazmente ha mantenido su crítica y no ha cejado en su lucha contra la corrupción. O por los errores del Presidente, o por el gazolinazo, o por el efecto Trump, o por el desprestigio del PRI, o porque la gente está hasta el gorro de los mismo , AMLO es hasta ahora, el candidato con más posibilidades de ganar la elección. Falta mucho,es cierto, pero por el momento marcha a la cabeza de las preferencias electorales. MARGARITA, quien durante mucho tiempo marchaba empatada o con 3 puntos de diferencia, ha caído a 9 puntos. Explicable. No propone nada nuevo ni audaz. Atrapada por su propio entorno, no visualiza el cambio de paradigma en el elector. Incluso al interior de su partido, Anaya ha cerrado la diferencia. 3. - MORENA ha absorbido los electores de izquierda, ha desfondado al PRD, pero también a otros partidos pequeños. Si ha habido una transferencia de electores, del PRI, del PRD, del PT, principalmente. Hoy, de acuerdo con Mitosky, es la segunda fuerza electoral, como partido, con el 16% de las preferencias. 19% el PAN y 13% el PRI. 4. - otro fenómeno que muestran lasí encuestas y que según yo, no han entendido bien los estudiosos de estos temas, es el 39% que se califican como indecisos y que yo creo que no lo son. Es un universo muy grande. Yo creo que más que indecisos son switchers, que no se identifican con ningún partido ni precandidato. Yo les llamarías mas bien seekers, buscadores de quién los convenza. Ese fenómeno persiste por falta de análisis de los partidos políticos y la mayoría de los encuestadores. Le llaman a todos abstencionistas y no es así. Son ciudadanos que votaran en su momento, pero no por partido, sino por el candidato que los convenza. Esto abre la posibilidad, aunque no veo por ahora quien, que surga una nueva figura independiente, ni el Bronco ni Castañeda ni Ferriz de Con, creo que puedan cautivar a este segmento de electores. Existirá tal figura ? No lo sé, será cuestión de esperar.

domingo, 5 de febrero de 2017

LA CONSTITUCION MEXICANA, UN SIGLO DE LUCHA.

La Constitución Mexicana de 1917, como bien dijera el maestro colombiano e ilustre Presidente de la Corte de ese pais, LUIS CARLOS SACHICA, refiriéndose su Constitución, la nuestra también tiene 100 años haciéndose. La mexicana a pasado por muy variadas pruebas y problemas. En efecto la permanencia y vigencia De la actual Constitucion no ha sido facil. Surgio como un intento de reforma la de 1857 y termino siendo la primera constitucion social del mundo. Carranza convoco a un Congreso Constituyente con el proposito de hacerle reformas y adiciones a la de 1857. Los Constituyentes reunidos en Queretaro, recibieron una Iniciativa del Primer Jefe de la Revolucion, la cual dejo insatisfechos a la ala progresista del movimiento social, fundamentalmente aquellos con mando de tropas y vinculados al Gral. Alvaro Obregon, pues practicamente era la misma de 1857, solo le adicionaba algunas propuestas sobre el municipio libre, el fortalecimiento del municipio y algunas prpuestas muy timidas sobre el trabajo. Muy pronto
Carranza y su grupo fueron rebasados por las exigencias recogidas en todo el territorio nacional y que fueron la verdadera causa del levantamiento social de siglo XX. La Constitucion tuvo tambien que superar en el Constituyente de 1916-17, los intentos de los abogados formalistas como José Natividad Macías, Presidente del Congreso, ilustre director de la escuela nacional de Jurisprudencia y Rector de la Universidad Nacional o Luis Manuel Rojas, y Alfonso Cravioto, constituyentes del bloque de el Presidente Carranza, quienes se oponían a que nuestra Carta de Cartas contuviera las garantías sociales, por las que tanto habían luchado los revolucionarios de principios de siglo, fue gracias
al tesón y combatividad del General Francisco J. Mugica y los trabajadores Gracidas , Recio, Victoria, Monzón, quienes integraban la poderosa e importante Comision de Constitucion. Estos y otros como el General Jara, fueron quienes vencieron los pruritos formales de los carranzistas y nos dieron la primera constitución social del mundo. Ahora que oigo y leo criticas sobre los legisladores , que solo los preparados deben llegar, es importante recordar que los abogados, constituyentes fueron los que mas se opusieron al principio, eran 62, nos dice Carpizo, 16 medicos, 16 ingenieros, 18 profesores, 14 periodistas, 7 contadores , dos farmacéuticos, pero hubo mineros, obreros, agricultores y ferrocarrileros. Todo se inicio al discutir el articulo 5º, sobre la libertad de trabajo, aunque el primer gran debate contra Carranza y los suyos se había dado en el tema de la educación, articulo 3º. Pedimos que se incorporen los principios sociales que demandan los mexicanos, jornada laboral minima, prohibición de trabajo a menores entre otras cosas, fue la consigna y propuesta de la Comision. Los carrancistas sostuvieron que íbamos a ser el hazmereir mundial, que incorporar principios sociales a una Constitucion, era como ponerle una par de pistolas a un Santo Cristo, a lo que le contestaron los constituyentes progresistas, que si para resolver los problemas de los mexicanos era necesario ponerle cananas y un 30-30 al santo cristo, que se le pusiera. “No vamos a permitir que la Constitucion fuera redactada como un telegrama cuyas palabras cuestan muchos francos” dijeron los del ala radical, ni tampoco “queremos que sea tan solo un traje de luces para el pueblo, como fue la de 1857” Asi se gano la batalla para el establecimiento de garantias sociales en nuestra constitucion, primera en el mundo de este corte. Se rompia el orden clásico del derecho que venia de los romanos y se establecieron derechos a los mexicanos, que significan una obligación de hacer para el Estado, algo totalmente nuevo en el constitucionalismo mundial, se dio asi el nacimiento de un estado de bienestar.
Pero, apenas aprobada la Constitucion, surgieron voces en contra, como la de Manuel Calero y Sierra, ilustre abogado porfirista, quien en un libro desconoció la legitimidad de nuestra Constitución desde varios puntos de vista, el político, el revolucionario y el jurídico, que en su momento generaron graves dudas sobre la legitimidad de nuestra Norma de Normas. Superados sus problemas iniciales, vino lo complicado, hacer efectivos sus principios y sus garantías. Fueron años de pruebas, donde la lucha de las facciones revolucionarias pusieron a prueba su legitimidad. De los años 1920 a los 40, la consolidación de nuestro marco constitucional estuvo acompañado de levantamientos armados regionales, muertes, intentos de golpes de estado, que afortunadamente no tuvieron éxito. La segunda guerra mundial y la etapa de crecimiento industrial de nuestro país fortaleció la Constitución, pero los peligros no desaparecieron, los grupo de derecha y conservadores se negaban a aceptar sus instituciones de garantías sociales, la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social, la Nacionalización de la industria eléctrica, la creación del Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los trabajadores, la Procuraduria del Consumidor entre otros, generaron ríspidas reacciones, acusando a los gobiernos de aquellas épocas de socialistas y comunizantes. Hoy esas amenazas están superadas. Nadie duda de la legitimidad de la Constitución ni de sus garantías sociales, al contrario se ha dado una corriente, a veces excesiva, de agregar aspiraciones y buenos deseos a la Constitucion, así se han incorporado el derecho a la protección de la salud; los derechos de los niños; el derecho a la vivienda digna; el derecho a la alimentación; el derecho al agua, el derecho a un medio ambiente sano, entre otros. Si bien todos son mas bien programa que norma, su incorporación al orden constitucional, ratifica los expresado hace muchos años por el gran constitucionalista mexicano Diego Valades, “En México se reforma la Constitución porque se cree en ella” Hoy por hoy, el peligro de nuestro orden constitucional esta en el desacato, en el no cumplimiento de sus normas y principios, en la discrecionalidad con que los miembros del poder las interpretan o las aplican. Pero esta prueba también será superada, en la medida que se modernicen las normas y procedimientos para su defensa, que la representación política en el Congreso Federal sea mas equilibrada y no recaiga el control de la reforma constitucional en dos partidos, el PRI y el PAN, Tambien se requiere un autonomía nueva de los congresos locales, que siguen automáticamente las consignas de sus partidos nacionales, de sus gobernadores del momento o del Secretario de Gobernacion. Esto debe terminar pues pervierte el procedimiento de reforma constitucional, lo deja en manos de las cúpulas del poder; de ahi también la necesidad de que sea una realidad una propuesta que presente en 1998, el referendo constitucional, para que, aun con todos los riesgos que existen, seamos los ciudadanos quienes aprobemos las reformas que norman nuestra vida diaria y limitan al poder publico